jueves, enero 08, 2009

¿Desvío 4?



Me encontré por casualidad con esta crítica a los desvíos "innecesarios" en un blog semiabandonado de crítica a la narrativa venezolana contemporánea llamado "A. Perdomo C.A.". Digo "semiabandonado" porque les lleva siglos escribir un post, cosa que en el mundo bloguero es imperdonable, a mi juicio. Y yo, evitando meterme en páginas de periódicos llenas de las malas noticias que están ocurriendo más allá de mi ventana, me puse a revisar bitácoras llenas de telaraña.

Desviándome, como siempre.

He aquí lo que dicen:

"¿Cómo lograr que los desvíos sean, en verdad, necesarios, que la obra los exija y que estén allí porque de no estarlo pondrían en peligro la firmeza de la estructura narrativa y podrían dar lugar, en el peor de los casos, a que lo que la novela ha logrado, levantado y sostenido se derrumbe ante el primer viento contrario? Es una pregunta que se han hecho grandes novelistas. En las novelas de Dostoievski, Flaubert, Camus o Conrad; en las de Onetti, García Márquez, Guimaraes Rosa, Vargas Llosa o Bolaño; en las mejores, para no ir muy lejos, de Carlos Noguera, José Balza o Ana Teresa Torres, en poéticas de la novela tan disímiles, los desvíos dejan de ser tales. Las tangenciales devienen arterias básicas para el tránsito o la circulación del relato, para el desarrollo limpio, orgánico y eficaz de la trama principal. Las historias menores pierden su carácter de historias menores y en algún punto se confunden con la historia mayor, se convierten en un mismo cuerpo, que ya no sólo funciona a golpe de corazón y cerebro, que tiene conciencia de que los pulmones, el hígado, el páncreas o los riñones son igualmente importantes para que el cuerpo viva y no se apague a ratos, en días invernales o páginas de sobra, lo que nos mueve y emociona y nos permite existir."

No sé que entienden por desvíos necesarios. Creo que ningún desvío es absolutamente necesario y que una novela no obligatoriamente debe ser un artefacto en el que todo cuadre perfectamente, un relojito bellamente armado, una maquinaria perfecta. Creo en cierta anarquía que gobierna las páginas de novelas como "2666" o "Los detectives salvajes", de Bolaño, a quien me resulta difícil asociar con "un desarrollo limpio, orgánico y eficaz de la trama" y no por eso deja de encantarme. No me imagino a Onetti queriendo escribiendo desvíos necesarios. O por lo menos pensando en cómo hacerlos necesarios.

Los desvíos, a mi juicio, son un devenir inevitable de una historia que crece hacia todos lados. Una historia metastásica. ¿Necesarios o innecesarios? ¿Qué importa? Lo importante es el placer de contar historias, o como diría mi querido Piglia: la pasión pura del relato. Creo.

Bueno, pero yo no he leído la novela a la que se refieren los señores de ese blog, y probablemente lo que quisieron decir es que en ese caso se trata de "relleno" más que de desvíos.

Ojo: no confundir relleno con desvío.

4 comentarios:

Petrusdom dijo...

Ahora que tengo más tiempo para leer creo que tiene usted razón, los desvíos se les encuentra uno cuando escribe.
Es como al hablar, disfrutas relatando una anécdota, y amplías, añades más información para transmitir más placer en el simple relato de la historia; siempre que percibes que tu interlocutor también es feliz.

Mis felicitaciones por su magnífico blog que visitaré muy a menudo.

Saludos cordiales.

LL dijo...

Gracias por leerme y por el halago!

Pues sí, nos desviamos hasta cuando hablamos y en la literatura es todo un arte eso del desvío.

Un abrazo!!

krina dijo...

Tu blog es fabuloso Liliana. Tienes todo el talento del mundo.Y por fin pude ver en el video tu carrita tan de muchacha-israelí-recién-liberada-del-ejército.
Estás escribiendo una novela? Yo trato... Ya no me nacen cuentos. Estoy esperando algún signo de Mondadori de que por fin salga mi segundo libro, que ya está corregido, revisado, diagramado y, y, y...? Estoy segura de que cuando el milagro ocurra sera a la sombra del nuevo circo electoral que nos está empujando cada vez más dentro del pozo de brutalidad e infantilismo que aquí se llama política. Qué lata, ya no tenemos representación diplómática de nuestros paises adoptados en nuestros paises de origen. O al revés, creo: Este asunto es muy confuso.
Se llama “Para no perder el hilo”, el libro quiero decir. Y mientras tanto me escondo de todo tratando de armar una novella, y me parece dificil, porque se me va por las ramas y los desvíos, precisamente, y cuando me pongo a pensar si esto es bueno o malo el hilo de la autenticidad se me pierde,o aún sigue allí, y se me pierde mi capacidad de verlo.
Estoy esperando que Rubi me envíe tu libro como lo había prometido. Vaya distribución.
PS: yo también adoro a Amos Oz.
Un gran abrazo para ti

LL dijo...

Krina!

Me alegra que te guste mi blog! Y gracias por el halago!!!
Estoy tratando de escribir una novela, pero como me desvío a cada rato, estoy inventando una justificación: por eso la serie de los desvíos que voy colgando en este blog. Estoy segura que los desvíos de esa novela que escribes son espectaculares! Tal vez escribir una novela sea perder el hilo y retomarlo, cosa que no pasa tanto en los cuentos, pero no sé!

Un beso y un honor tenerte por acá!!