lunes, abril 16, 2007

Siete consejos para escribir cuentos de quien sólo ha escrito siete cuentos I


(Y ha publicado sólo uno...)



Este es el primero de siete consejos principalmente dirigidos a mujeres que pretenden escribir cuentos. No porque crea en la literatura femenina, sino porque soy mujer. Sin embargo, creo que pueden ser utilizados por personas de otros géneros, cambiando un poco las referencias y las “a” por las “o” o por las "e". Qué la literatura es intercambiable y ambidiestra.

1.- Aplasta el culo en una silla.

Con el perdón de la imagen y sin ninguna referencia al culo de la pianista gorda del que hablaba Huidobro (¿?), lo primero que debe hacer una persona que desee escribir es aplastar el culo en una silla. Olvídate del paseo, de la celulitis, del “eliptical trainer” que se está llenando de polvo allá en la esquina, de los pantalones de tu adolescencia que ya no te entran, de “ay, que bueno sería salir a mirar tiendas”, del “hay un bar de chinos aquí mismito, vamos a encontrarnos”, y mucho más del “ay, coño, es que pasé todo el día sentada en la oficina”. Libera tu mente de todos esos “prejuicios” y aplástate en tu silla.
Si, es cierto, Virginia Wolf era esquelética, no tenía problemas de falta de ejercicio o de sobra de carnes en su trasero y por eso pasaba largas temporadas sentada y llena de tinta. Probablemente Gertrude Stein era gorda y ya no le importaba un nódulo más en sus posaderas. Creo que Spido Freire es bulímica, por eso no necesita ejercicio. Habría que ver qué tal el trasero de Angélica Gorodisher, la Rowling, Ana Teresa Torres, con el debido respeto. Probablemente han sido favorecidas por la naturaleza y no necesitaron escoger entre la computadora (o el papel y el lápiz) y el eliptical trainer que se llena de polvo allá en la esquina. Evidentemente escogieron escribir sin que eso afectase su fisonomía (o tal vez dictaban sus libros mientras sudaban la gota gorda en una caminadora) Pero tu que no tienes ni caminadora ni a quien dictarle tus libros, tienes que sentarte, aplastarte, hundirte en tu silla. Ya los nervios de la espera de los resultados de cualquier concurso te consumirán las carnes.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Espero el segundo consejo. Se puede decir que lo espero sentado, que así me canso menos. No sé por qué dices que has publicado un solo cuento. El de la peluquería del post anterior también debe entrar en la cuenta (aunque todo lo que se cuente sea rigurosamente verdad, nadie lo creerá). Divertidísimo. Siempre es un placer leerte, mamacita.

LL dijo...

Maestro! honor que me hace! No lo dejare esperando sentado mucho tiempo, no se preocupe!