domingo, marzo 02, 2008

descalza en un sótano lleno de alacranes


Este blog no es político precisamente porque “soy de” y “vivo en” países que están sumidos en la política, en los dimes y diretes que allá son regionales y acá internacionales. Y yo no es que no tenga lo que decir al respecto, pero trato de no hacerlo en este espacio porque cuando inventé este diario anónimo y público lo hice para reírme un rato, para hablar de mis pasiones y mis tonterías, etcétera... Aunque este blog nació en medio de una guerra real y verdadera: mientras yo soñaba que bombardeaban Caracas desde el Avila, a mi alrededor eran otros los bombardeos, mucho más reales. Para no mirar la tristeza y la ira de la guerra, traté de evadirme escribiendo este blog y un libro de cuentos que no tenían nada que ver con la realidad, pero –al menos en el caso de los cuentos- fueron escritos con urgencia. Sin embargo, a veces la realidad es inevadible, vuelve en forma de sueños recurrentes e irresueltos. Irresuelta la historia, siempre se muerde la cola. Y es así como me encuentro en medio de nuevos bombardeos, esperando que no se vuelvan más serios, que acaben lo más pronto posible, que no sea esta otra guerra. Y no quiero expresar ninguna opinión al respecto, sólo contar que vivo entre alarmas que anuncian proyectiles, que uno de esos proyectiles cayó en el lugar en donde trabajo y trajo muerte y miedo. Si esto hubiese pasado en Venezuela, se paraliza el país. Pero pasó aquí, en este país regido por la política de “el show debe continuar” y es así como mañana debo ir a ese lugar enlutado, blanco de misiles y de odios, a enseñar español. Enseñar a hablar español mientras nos caen a plomo desde el otro lado y mientras el ejercito cae a plomo desde acá. Ya uno de mis estudiantes me anunció que su facultad se puso en huelga y no vendrán a clase hasta que no haya un cese al fuego. Ojalá todas las facultades y departamentos hagan los mismo. Yo, aunque quisiera declararme en huelga y no dar clases hasta que no haya paz, no puedo dejar de ir. Y la verdad es que me da miedo. Me viene a la cabeza una imagen de Amos Oz: “caminar descalza en un sótano lleno de alacranes”. Así estaré mañana cuando vaya a enseñar español en medio del va y el viene.

2 comentarios:

Liliana Blum dijo...

Tocaya, mis mejores deseos para ti. He estado siguiendo las noticias desde acá.

Acá en México también se paralizaría el país, pero la diferencia es que no se trata de algo esporádico, lamentablemente, sino del pan de cada día. Si el país se paralizara también cada vez que los otros lanzan sus misiles y sus amenazas, sería darles el gusto. El terrorismo entre otras cosas busca paralizar con el terror. Y cuando estamos paralizados somos más vulnerables.

Israel tiene el 1% del territorio de México, pero es un país más rico, y no porque le sobren los recursos naturales o el petróleo, sino por su productividad.

Te mando un abrazo de todo corazón. Yo también estaría aterrada. Mis mejores deseos, aunque me temo que se trata de una aporía.

LL dijo...

Gracias Tocaya!!