viernes, octubre 06, 2006

Hojas secas


OK. Tengo un blog mudo y un poco sordo, pero no ciego. Es decir, la que escribe no está ciega, merodea el ciberespacio, lee otros blogs, escribe sobre blogs en otras páginas. Pero sobre todo merodea y así consigue a algunos más interesantes o menos, ególatras irredentos, grupos de amigos que se pagan y se dan el vuelto, compañeros de pasillos que seguramente no me recuerdan, escritores que no quieren escucharme o escritoras que pregonan a los cuatro vientos todas las aristas de su sexualidad. No pondré links, busquen si quieren. Este es un blog autista, creo que ya lo dije. Lo cierto es que en una de esas alguien dice que Vila- Matas es el precursor del blogueo, con todas sus teorías sobre la autoficción y la autobiografía, dos caras de la misma moneda. El diario, de vida o de viaje. Sobre todo del blogueo literario: El mal de Montano. Y dicen también que el propio Vila-Matas anda merodeando blogs con ese gusto que tiene por las autoficciones autobiográficas. Entonces me provoca invocarlo. Escribir por ejemplo Paula de Parma, para que la próxima vez que merodee, llegue a estas páginas. Pero claro, sería un método tonto. Lo mejor sería escribir, escribir de verdad. Hay que escribir más fue el lema de este verano, pero llegó el otoño con sus hojas. Luego que pase el rastrillo y me las quite de encima, escribiré una teoría sobre el Mal de Montano en los blogs literarios. Mientras tanto, no está mal un poco del frescor amarillo de unas hojas secas pero llenas de rocío.

2 comentarios:

Jacqueline Goldberg dijo...

Celebro la renovada constancia de la madre intelectual, que con barriga,hábitos y nostalgias a cuestas, teclea para revelar la no-circunstancia de la maternidad: ese tiempo detenido que de pronto se hace vertiginoso, irrepetible, inescribible.

LL dijo...

Gracias, gracias, gracias por visitar estas líneas, hermosísima poeta!