miércoles, mayo 20, 2009

El corazón de J.T.Leroy es mentiroso


Yo llego tarde a todos los chismes, incluso a los literarios.

En estos días me topé con un libro en la biblioteca de Alejandría. No tenía tiempo de ponerme a buscar en sus largas estanterías y agarré lo primero que vi sobre una mesa: "El corazón es mentiroso" de J.T. Leroy. Sobre un fondo púrpura, se leían en la contraportada algunos comentarios de quienes habían leído el libro (The New York Times, Dennis Cooper, John Waters), entre los que se repetía una y otra vez la frase "prosa auténtica". Según las letras blancas de la contratapa, J. T. Leroy pensó en suicidarse a los 14 años, pero un psicólogo le recomendó que escribiera y de allí salió este libro autobiográfico, convertido en lectura obligatoria en la Universidad de Yale.

Qué gusto mal sano por la literatura "auténtica", el reality show literario- pensé – tienen estos gringos. Y decidida a averiguar si el éxito de este autor de culto de 16 años radicaba sólo en la cualidad autobiográfica de su prosa, me metí en esas historias de drogas, sadismo y prostitución. Me sorprendió una narración eficaz, llena de imágenes, pausas, elipsis, es decir: sumamente literaria. Lo "genuino" había sido pasado por el tamiz de lo "artístico" a tal punto que comencé a sospechar la activa intervención de un "editor" o del mismo psicólogo.

Y como nada está oculto entre google y wikipedia, pude cerciorarme de que mis sospechas no eran infundadas: Pues resulta ser que el "wonder boy" de la literatura norteamericana es una cuarentona. Páginas y páginas refieren el fraude, porque además, la cuarentona utilizó a una sobrina veinteañera (la chica-chico de la foto) para que personificara a su pseudónimo en las presentaciones de sus libros y películas basadas en sus libros.

Los gringos se sintieron defraudados, estafados: el niño prodigio no existe, sus historias son ficciones, la literatura es literatura. Esperaban otro Jim Carroll con The Basketball Diaries -ese escabroso diario de un heroinómano y taxi boy de 13 años que escandalizó a finales de los 70- pero se encontraron con una historia ficticia y con un escritor inventado. Me imagino que en una época signada por la estética del reality show y la autoficción esto debe haber sido tan doloroso como un latigazo. Y a la pobre Laura Albert, la escritora detrás del adolescente maldito, le han sacado un dineral en demandas y hasta han querido meterla presa. Muchos se han sentido burlados, ya no digamos algunos productores o editores, porque creyeron que leían lo autentico en lo ficticio. ¿Cómo creer en esas historias si no están contadas por su protagonista, ese Lazarillo de Tormes de la oscuridad callejera norteamericana? Acusaron a Laura Albert como si fuera la única que ha usado pseudónimos o que ha inventado historias. Como si la ficción no fuera un tejido de verdades y mentiras. Como si la literatura fuese una crónica exacta de lo real. Como si la realidad real existiera.

A mí, particularmente, me encantó saber que J.T. Leroy es Laura Albert porque esto devuelve a la ficción a su lugar. Ella creó una historia, creó un personaje para que la contara, y ese personaje salió del papel, se hizo carne y engañó a los adoradores de lo "auténtico".

Ella creó un dios de lo genuino hecho de ficciones.

"El corazón es mentiroso" - más allá de ser una colección de historias llenas de los tétricos lugares comunes de la literatura dark, pero bien narradas - es una interesantísima ficción doble, un performance completo, que barre con las fronteras entre realidad y ficción dejando claro que ni la una ni la otra existen.
Y por si todo esto no fuese suficiente, ahora la chica que personificaba al escritor inventado acaba de publicar unas memorias en las que cuenta lo que sintió al ser J.T Leroy. ¿Las habrá escrito ella?

8 comentarios:

Leo Felipe dijo...

Aquí va un pulgar levantado. Me gusta mucho tu blog (lo que escribes en él).

Saludos.

LL dijo...

A mí también me gusta lo que tu escribes. Otro pulgar levantado para ti!

Un abrazo!

Raúl Ciriza dijo...

En el libro de Tim O'Brien, "Las cosas que llevaban", hay una explicación de por qué los lectores se indignaron tanto al ver que era mentira. Te adjunto el párrafo que habla de eso, que lo comenté en el blog.
http://vividordeotrasvidas.blogspot.com/2009/01/tim-obrien-sobre-la-verdad-en.html

Me ha gustado descubrirte, llego desde el lector malherido.

Sigo leyendo.

Sir Alsen Bert dijo...

Sólo lo voy a leer por el intento de suicidio a los 14 años, que conste.

Blog completo, sí...

Anónimo dijo...

Recuerdo haber leído la noticia hace algún tiempo, pero tú la narras mejor. Me gusta mucho eso de "esto devuelve a la ficción a su lugar". Y me gusta saber que la verdad de la ficción sigue siendo poderosa y es capaz de engañar a los adoradores de la realidad.

Un abrazo,

Rubi

LL dijo...

ZZ:
Muy interesante tu post, y de tu cita, yo cito:

"una cosa puede ocurrir y ser pura mentira, o puede no ocurrir y ser más verdadera que la verdad"

Gran verdad!

Sir:
Que conste que yo también lo empecé a leer por eso! Jajaja!

Rubi:
Me alegra que te guste mi estilo de narrar noticias pasadas. Últimamente me entero de chismes ya pasados, y me provoca comentarlos como si acabaran de pasar, que quede claro que estoy en otro mundo!
Y sí, nada tiene más fuerzas que la verdad de la ficción!

Charlie D. dijo...

Hola! Comento en este post aunque sé que es de hace un año... pero es que tengo que felicitar a su autora, con la que estoy totalmente de acuerdo.

A mí me gusta mucho como escribe Laura Albert, el que se hiciera pasar por un tío me es indiferente, la verdad, porque escribir escribía bien... y eso es lo que se espera de un escritor, ¿no?

Por otro lado, los que se sintieron defraudados... ejem. Opino lo mismo que tú: en todos sus escritos, el lenguaje cuidado y bellamente literario era una pista (no creo que un chico de 16 años que hubiera pasado de verdad todo eso narrara así) y por otro lado, yo no me creí (realmente) nada de lo que contó, quiero decir, algunas cosas eran un poco surrealistas. El que se lo quiso creer todo a pies y juntillas... asumió riesgos y no me parece que la escritora, por ser "cuarentona" (lo dicen muchas veces como algo despectivo) y mujer, tenga que cargar con la desilusión general... (que yo no comparto). De hecho, así las historia se me hace mucho más interesante, y el mérito de ella es grande.

Virtualcielo dijo...

Me parece excelente tu escrito y coincido totalmente...es una barrabasada lo que hicieron con la escritora y, ademas no entiendo al juzgado de NY que favorecio al cineasta para que le sacaran plata a la escritora como si fuera una criminal...increible!!! Vamos por mas de Laura Albert!